Esta tarde ha sucedido un hecho importante: He ido a por pollo frito al KFC y no ha habido manera de que me sirvieran, joder.
Que si, que había rehenes, un secuestro, gente armada y abrazafarolas por todas partes, pero acaso eso impide el uso de freidoras?
Total, que todo mal.
Maldita ciudad. Os odio.
A los periodistas de verdad, nos gusta el pollo frito.
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