Tras unos días fuera de la ciudad, vuelvo a Marbella y me encuentro con un panorama desolador.
Informantes anónimos nos han comunicado que existe como una explosión de violencia, traiciones y mal ambiente que ha hecho que numerosos ciudadanos tengan que huir de la ciudad.
Gente como el comisario García no se les ha vuelto a ver y parece que tras ellos ha quedado un reguero de misterio.
La ciudad está mas desierta que nunca, y empezamos a echar de menos a algunas caras sonrientes.
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